A la destrucción de Neo Zeed
En el año 1987, la por entonces todopoderosa SEGA, lanzaba al mercado de las recreativas un plataformas de scroll lateral que nos transportaba a un mundo de ninjas pero en la era actual, donde un intrépido héroe llamado Joe Musashi debía hacer frente a la pérfida organización Zeed. El juego se tituló Shinobi y tuvo una notable acogida en el mundo de las recreativas y fruto de ello provocó los tan tradicionales ports a las consolas y ordenadores de 8 bits del momento.
Dos años más tarde, la compañía nipona decidió desempolvar su exitoso juego y lanzar una segunda parte titulada The Revenge of Shinobi (en Japón se conoció como Super Shinobi), pero esta vez en exclusiva para su consola casera Sega Mega Drive. La popularidad del juego fue enorme, convirtiéndose en uno de los juegos más recordados de la plataforma, incluso por aquellos que no poseían dicha consola.
Esta nueva entrega se sitúa tres años después de la primera. De las cenizas de la organización criminal Zeed, resurge una organización aún más malvada si cabe llamada Neo Zeed. Dicha organización decide vengarse del protagonista, Joe Musashi, secuestrando a su prometida, Naoko, y asesinando a sus compañeros ninja. Como era de esperar, Joe no se quedará con los brazos cruzados y se lanzará a la batalla.
Al igual que en su primera entrega, el videojuego transcurre con un scroll lateral plataformero, tan propio de la época. Nuestro ninja dispone de varios movimientos básicos como saltar, agacharse o atacar y un salto mortal muy útil para poder lanzar varios kunai a la vez en abanico, especialmente útil para dañar a varios enemigos a la vez. Dispondremos de dos armas básicas: los kunai, que deberemos ir recargando con los ítems que nos encontremos por la pantalla; y la katana. Mientras que el primero es recomendable para abatir a nuestros enemigos a distancia (aunque los kunai pueden ser repelidos), la katana es mejor para una lucha cuerpo a cuerpo. También deberemos estar al tanto de recoger los power-ups que mejorarán la potencia de nuestros ataques, esencial para derrotar con más facilidad a nuestros enemigos.
Además, disponemos de cuatro técnicas ninjitsu, aunque solo una puede usarse en cada nivel.
- Jitsu de Ikazuchi (El arte del trueno): Protege a Joe con un escudo de energía que aguanta hasta cuatro golpes.
- Jitsu de Karyu (El arte del Fuego del Dragón): Lanza cuatro columnas de fuego que se mueven alrededor de toda la pantalla, dañando a todos los enemigos a su paso.
- Jitsu de Fushin (El arte de la levitación): Mejora la habilidad de salto.
- Jitsu de Mijin (El arte de las partículas): Joe es capaz de explotar y dañar a todos los enemigos que hay en la pantalla, costándole una vida. Tiene la característica que podremos restaurar nuestra vida y la habilidad ninjitsu sin reempezar la pantalla.
Podremos encontrar una gran variedad de cajas con ítems por el escenario, desde los power-ups comentados anteriormente, así como kunais extras, vida o vida extra, pero también tendremos que andarnos con ojo, porque algunas son una trampa que explotan pasado un tiempo corto.
Hay ocho fases en total, que nos llevará por todo el mundo, cada una culminada con un monstruo final, algunos realmente duros de roer. Respecto a la interfaz es bastante sencilla, aparece en la parte superior con la vida, el número de vidas restante, kunais restantes y técnica ninjitsu.
Sin duda alguna, The Revenge of Shinobi está considerado como uno de los juegos top exclusivos para Mega Drive que cosechó las notas más altas en las revistas especializadas de la época. Es difícil y adictivo a partes iguales, por lo que jugarlo es un placer y un reto a la vez.
Como curiosidad final cabe destacar que uno de los enemigos finales se parece mucho a Spiderman. En palabras del director del videojuego, Noriyoshi Oba, esto fue así porque en aquél entonces SEGA estaba desarrollando un videojuego basado en la licencia y se les pidió expresante que se pareciera al súper héroe, para así promocionar el nuevo videojuego que está por salir. Sin embargo, en la última revisión del juego, al haber expirado la licencia sujeta a aquél acuerdo, el diseño de dicho personaje tuvo que ser revisado.