Recordando
Retro Review de Target: Renegade

A la sombra de Double Dragon

En el año 1987 se produjo un auténtico terremoto en el mundo de los videojuegos, cuando de la mano de Technos Japan y la distribución de Taito Corporation llegó al mercado Double Dragon, probablemente el beat-em'up más icónico de la historia de los videojuegos. Aprovechando este enorme éxito, Taito siguió sondeando el mercado y se hizo con los derechos de distribución internacional de un título de la británica Ocean Software, lanzado bajo el sello de Imagine, llamado Target: Renegade, que ya había contado con una entrega anterior distribuida por la propia Imagine, Renegade.

Lo que en un principio era un juego llamado a seguir la estela de su anterior entrega, se convirtió en el 13º mejor juego de la historia del ZX Spectrum para la revista de Your Sinclair, lo que muestra el enorme éxito que tuvo y que no estuvo tan lejos de la excelencia mostrada por Double Dragon. Además de las versiones para las plataformas clásicas para ordenadores de 8 bits (ZX Spectrum, Commodore 64 y Amstrad CPC), contó con una versión para la consola NES de Nintendo, que sin duda alguna es la que mejor luce gráficamente gracias a su mayor potencia.

El malvado Mr. Big secuestra a Matt, hermano del protagonista, debido a que éste estaba investigando los negocios turbios en los que se encontraba. Nuestro protagonista inicia un camino de venganza que debe acabar con la caída de Mr. Big.

El juego es un beat-em'up de corte clásico de scroll lateral, al estilo de los coetáneos de la época como el ya citado Double Dragon, o los más contemporáneos como Streets of Rage. Como en todos los juegos "yo contra el barrio", deberemos ir avanzando a través de la pantalla acabando con todos los enemigos que nos salgan al paso, existiendo una decente variedad. Además de los enemigos "normales" que nos saldrán al paso solo con sus puños, deberemos estar atentos a perros que saltarán encima nuestro, enemigos armados con palos, hachas, cuchillos arrojadizos, palos de billar o ves a saber que otras armas mortales, o enemigos motorizados.

Para acabar con ellos disponemos de varios movimientos, como puñetazos, patadas voladoras o alguna llave (especialmente útil si jugamos con dos players, ya que mientras uno lo agarra el otro le puede dejar la cara como un mapa), aunque especialmente interesante es conseguir las armas que portan nuestros enemigos, ya que son bastante efectivas. Otro movimiento a tener en cuenta es golpear a nuestro enemigo cuando está en el suelo, ya que no se podrá defender y acabaremos con él rápidamente.

En la interfaz inferior encontramos la información básica de este tipo de juegos: puntuación (para fardar de high score), la energía restante, el número de vidas y el tiempo que nos queda para finalizar la pantalla.

El aspecto gráfico está muy cuidado, quedando perfectamente definidos los escenarios así como los diferentes tipos de personajes que aparecen en el juego. Hay también una notable variedad de escenarios: un párking, un barrio, un parque, una zona comercial y un bar con una sala de billares.

Un apartado que no solemos comentar pero que en este juego destaca es su apartado musical. Se consiguió una muy agradable sonora (para los tiempos que corrían, claro está) en todas sus versiones.

Sin duda alguna, uno de los grandes de la época aunque con el paso del tiempo, desconozco el motivo, lo ha ido relegando a una inmerecida segunda fila.