La pelota vasca en el mundo digital
En el recordando de hoy trataremos una de aquellas rarezas que hacen el mundo de los videojuegos más grande aún, en este caso por tratarse de un deporte muy minoritario como la pelota vasca en la modalidad de cesta punta. La práctica de esta deporte está prácticamente limitada a España, especialmente en Euskadi, Navarra y la Rioja, en Francia en la zona de Iparralde (pais vasco francés), México y Estados Unidos (Miami).
El juego, como muchos ya sabréis, es Jai Alai (fiesta alegre en euskera), aparecido en 1991 bajo el sello de Opera Soft. A pesar de que fue un entretenido juego deportivo sufrió lo que muchos otros sufrieron, y es la agonizante situación de las compañías españolas a principios de los 90, acuciadas por la muerte de los 8 bits y el empuje de otras tendencias como las aventuras gráficas que gozaban ya de enorme popularidad entre los gamers.
Antes de empezar, hay que destacar una vez más (y ya van...) el genial trabajo de Alfonso Azpiri en la portada, donde se ven a dos pelotaris con ese estilo tan característico del dibujante madrileño.
El juego consta de dos estadios, el Euskal Jai en España y otro situado en Miami, donde parece que la cesta punta tuvo un despunte hace tiempo que aún perdura en cierto modo. Respecto a la mecánica del juego, no hay mucho que explicar, jugaremos por parejas en un frontón con las reglas clásicas de este deporte, teniendo en la parte superior de la interfaz el marcador y en la inferior un mapa del frontón que nos indica la posición de la pelota, de nuestros pelotaris y de los adversarios.
En algunas versiones se podía activar un modo de juego que permitía a los jugadores recoger ciertos ítems en el campo que proporcionaban distintas mejoras: invisibilidad de la pelota, cesta punta imantada...
Por último hay que comentar que las versiones de Spectrum y MSX se vieron lastradas por una lentitud agobiante debido al scroll de la pantalla al lanzar la pelota, rompiendo la sensación de velocidad que proporciona este deporte. Sin embargo, las versiones de Commodore 64 y sobretodo la de PC estuvieron mucho más a la altura y resultan bastante más divertidas.