La heroína con más curvas
En la Retro Review dominical de hoy hablaremos de Lorna, un personaje que todos los que pudimos disfrutar de los 8 bits en nuestro país recordaremos, sobretodo, por su voluptuosa figura y por ser una mujer de armas tomar.
Como hemos hecho en muchas ocasiones, antes de empezar a desgranar el juego, haremos un poco de introducción. Lorna no fue una heroína original del mundo de los videojuegos, si no una creación de Alfonso Azpiri (y de Cidoncha), tótem imperecedero de la cultura gamer de la época gracias a las geniales portadas que realizó para las compañías españolas.
El personaje tuvo un notable éxito sobretodo en la primera mitad de la década de los 80, gracias a la explosión del cómic dirigida al público adulto. Gracias a la relación de Azpiri con Dinamic empezaron a surgir rumores de una posible adaptación, incluso llegó a ser anunciado como un proyecto en curso a finales de 1986, pero finalmente no apareció hasta 1990, de la mano de Topo Soft. Debido a este tardío lanzamiento, se decidió centrar los esfuerzos en las nuevas plataformas de 16 bits, ya que las de 8 bits habían entrado en una fase de lenta agonía y la época dorada del software español tocaba a su fin. Las compañías españolas habían empezado a perder su indiscutible hegemonía en el mercado español y el gran empuje de otras plataformas (sobretodo consoleras) lastraron a éste y otros videojuegos aparecidos por la época.
Las aventuras de Lorna se desarrollan en lejanos y peligrosos planetas, por lo que irá fuertemente armada con un rifle. El argumento parte en un bar donde Lorna se encuentra con su robot, al que secuestran, pero nuestra heroína consigue sonsacar a uno de los atacantes la información: el robot va a ser despedazado para un sacrificio ritual en un templo. Lo más curioso es que esta historia no se encontraba en la contraportada del juego o explicada ingame, si no que se encontraba en forma de comic en el propio manual del juego.
El juego está dividido en cinco fases, aunque el tipo de juego está bien diferenciado. En la primera parte el juego es un plataformas de acción de scroll lateral, bastante difícil como solía ser habitual. En la interfaz inferior se nos mostrará la información básica como el nivel de vida, los cargadores de munición que nos quedan, así como una sugerente Lorna en un traje minimalista. Dispondremos de varios tipos de ataque: golpear con la culata, disparar con nuestro rifle (deberemos hacerlo con cuidado, ya que la munición es limitada) y las patadas. Por si fuera poco los enemigos que nos saldrán al paso, deberemos sortear distintas ciénagas saltándolas.
El otro tipo de fases era a bordo de una moto voladora, en la que debíamos cruzar el bosque a toda velocidad evitando chocar contra los árboles que nos iban apareciendo. Difícil, muy difícil, ya que en ocasiones con un solo golpe podíamos morir instantáneamente. Por otra parte, enemigos en sus motos intentarán hacernos la vida imposible.
La última misión es idéntica a las dos primeras en su forma de jugar, pero en lugar de ser lineal podíamos tomar varios caminos gracias a unos teletransportadores.
Para compensar un poco la dificultad infernal, el juego permitía continuar en la misma fase donde nos hubieran matado, sin tener que volver al principio del juego. Aún así, pondrá a prueba la paciencia de los jugadores más experimentados.
Sin ser uno de los estandartes del software español, Lorna fue un notable juego con unos gráficos bastante poderosos, aunque como ya hemos comentado, la dificultad era elevadísima. Las versiones de 16 bits son bastante más disfrutables que sus hermanas menores de 8 bits. Por último, quizá el juego se vió lastrado por aparecer en un momento de transición entre generaciones.