Los cazafantasmas llegan a Megadrive
Son innumerables las sagas cinematográficas aparecidas en los 80 que aún hoy en día tienen gran repercusión. Aunque en multitud de ocasiones la conversión Cine - Videojuegos ha sido un auténtico fracaso, en otras se han conseguido juegos realmente notables. Una de estas conversiones fue la de Ghostbusters aparecida en 1990 para Megadrive, desarrollado por Compile, un pequeño estudio japonés que trabajó en varias ocasiones para Sega.
En un primer momento, podemos pensar que era un plataformas al uso como otros tantos títulos que poblaban los catálogos de las consolas de 16 bits, pero en esta ocasión estamos ante un juego realmente divertido y con carisma.
Al principio de cada misión, podremos elegir entre uno de los tres cazafantasmas (Peter Venkman, Ray Stantz o Egon Spengler) cada uno con sus características. En las distintas misiones que tendremos que realizar, obtendremos una recompensa proporcional a la dificultad de la misión (irá en aumento a medida que avancemos).
Esta recompensa monetaria la deberemos utilizar sabiamente para comprar nuevo equipamiento o ítems. Entre los objetos podemos encontrar desde comida para recuperar vida, pasando por bombas para lanzar contra los enemigos o gafas de infrarrojos para ver en la oscuridad. En el equipamiento podremos comprar nuevas armas más potentes para cazar a los fantasmas o baterías de energía para las mismas.
Las pantallas se desarrollan como las de un plataformas clásico. Tendremos nuestra barra de vida, de energía (para nuestros rayos cazafantasmas), el número de vidas y bombas restantes y los fantasmas especiales que nos quedan por cazar. A lo largo de la pantalla deberemos evitar las distintas trampas fantasmagóricas que nos salen al paso (candelabros que caen repentinamente, manteles que se convierten en fantasmas...) así como los distintos enemigos que podremos abatir con nuestro rayo.
En cada pantalla hay enemigos finales a los que deberemos derrotar. Pero esto no será el final, si no que una vez derrotados tendremos que capturarlos metiéndolos en nuestras trampas para fantasmas. Para ello deberemos atraerlos con nuestro rayo hasta la trampa, aunque dispondremos de un tiempo limitado para conseguirlo antes de que se nos escape finalmente. En caso de fracaso, superaremos la misión, pero perderemos un preciado bonus por el fantasma, que nos será útil para comprar mejores armas y tener más probabilidad de éxito en pantallas futuras.
Deberemos estar atentos a los diferentes ítems y cajas fuertes que encontremos durante los niveles, para poder recuperar vida o conseguir algo de dinero extra.
Sin duda alguna, uno de los mejores plataformas para la 16 bits de Sega. Un juego altamente recomendable.