A ritmo de blues
Hace un par de semanas hacíamos la review de Prehistorik, uno de los más exitosos plataformas de la compañía Titus. En esta ocasión, os volvemos a traer una de sus creaciones, aparecida también en 1991, época de máximo esplendor creativo de la compañía. El juego no es otro que The Blues Brothers.
Antes de nada debemos explicar quienes son los Blues Brothers. Los actores y músicos Dan Aykroyd y John Belushi idearon un número cómico musical para el mítico programa Saturday Night Live en el que daban vida a Jake y Elwood Blues, dos hermanos unidos musicalmente en su pasión por el blues. Tal fue el éxito de la pieza musical que llegaron a editarse discos y empezar un periodo de actividad más allá del programa, aunque la repentina muerte de Belushi por el consumo de speedball (heroína + cocaína) en el año 1982 provocó un parón de 6 años en la banda, que se mantiene activa hoy en día con otros músicos. También aparecieron películas basadas en los personajes.
Aunque sin duda alguna, además de su calidad musical, lo que más distinguía a los Blues Brothers era su forma de vestir. Siempre iban ataviados con traje, corbata, sombrero y zapatos negros, combinados con una camisa blanca y, como no, sus inseparables gafas negras.
El juego consta de 5 pantallas, no es excesivamente largo y tampoco se puede decir que fuera muy difícil. Lo primero de todo será escoger qué hermano queremos para superar la pantalla. En la interfaz tenemos todo lo necesario como el número de discos recogidos (si llegamos a 100, recuperaremos un punto de vida), el número de vidas restantes y los instrumentos recogidos, esto último es importante ya que es necesario para poder superar la pantalla.
Las acciones que podía realizar el personaje son bastante básicas: andar, saltar y atacar. Para atacar a los distintos enemigos que nos aparecen (policías, jardineros, grafiteros, señoras mayores muy malhumoradas...) deberemos coger las cajas que encontraremos por el escenario y lanzárselas. La puntería es básica, ya que las cajas solo pueden ser lanzadas una vez.
También podremos "volar" agarrándonos a globos o a paraguas, necesario para superar algunos escollos en las fases. Además, habrá items especiales como el corazón que nos proporcionará una vida o el interrogante que nos puede otorgar desde 50 discos extra hasta un bailoteo del personaje, a ritmo de blues como no podía ser de otra manera.
El diseño de los escenarios está bastante cuidado y es muy variado: unos grandes almacenes, una fábrica petroquímica, la depuradora de aguas residuales de la ciudad, una prisión y una obra.
Pero si algo merece una mención especial es la banda sonora del juego. Bien es cierto que con el bagaje musical de The Blues Brothers era difícil fallar, pero en aquella época el paso de la música "real" a la de videojuegos no era tarea sencilla y en esta ocasión salen muy airosos.
Un notable juego de plataformas que aunque no esté entre los mejores sí merece ser recordado con cariño. Tampoco hay que olvidar que el juego sirvió para que un año después se lanzase Titus the Fox que seguía exactamente la misma mecánica.