El comienzo del gorila más famoso de los videojuegos
Hoy vamos a hablar de uno de los juegos clave en la historia de los videojuegos, y también uno de los que puso a Nintendo en el mapa como una de las grandes desarrolladoras de videojuegos del momento. Estoy hablando de Donkey Kong, una combinación de carisma y jugabilidad que revolucionó los salones Arcade de la época de los 80.
A finales de los años 70 Nintendo ya había hecho sus primeros juegos arcade y ya empezaba a ser conocida en Japón. El próximo gran paso era introducirse en el mercado de Estados Unidos. Lo intentó con Radar Scope en 1979, que había sido un éxito en Japón y lo exportaron masivamente a Estados Unidos con la intención de venderlo, pero el juego no impresionó y miles de máquinas quedaron sin vender. Con este panorama, Nintendo diseñó una estrategia para intentar relanzar todas esas cabinas que habían quedado sin vender: crear un juego nuevo y fresco, preparar las cabinas para el nuevo juego y promocionar para venderlas.
Hiroshi Yamauchi puso su confianza en un joven diseñador que estaba trabajando en Nintendo desde 1977, llamado Shigeru Miyamoto. Gunpei Yokoi fue el encargado de supervisar el proyecto. La idea inicial era hacer un juego de Popeye, una licencia muy famosa en aquel momento. Los personajes serían Popeye, como protagonista, Brutus como enemigo principal y Olivia como damisela en apuros. Finalmente Nintendo no llegó a ningún acuerdo con la productora de Popeye, así que decidieron crear unos personajes carismáticos y así poder utilizarlos en posteriores juegos si su plan se convertía en un éxito. De aquí salió la idea de Donkey Kong, que haría el papel de Brutus, Mario (inicialmente llamado Jumpman) como Popeye y Pauline como Olivia. Tanto el nombre como el concepto del juego recuerda bastante a la historia de King Kong, lo que supuso alguna denuncia a Nintendo por infracción de derecho, pero finalmente el proyecto pudo continuar sin problemas.
Tras un duro desarrollo, el juego había alcanzado una gran calidad y estaba listo para ser exportado a Estados Unidos. En un principio no se creía que el juego fuera a triunfar, pero una vez puestas unas máquinas de prueba en 2 bares vieron su potencial. El juego salió oficialmente a la venta en 1981 y fue un éxito rotundo, vendiendo miles de recreativas por todo el mundo. Como arcade de éxito, hubo conversiones a muchas plataformas domésticas de la época, como Atari 2600, ColecoVision, ZX Spectrum y por supuesto, NES. El juego tuvo dos secuelas directas: Donkey Kong Jr. y Donkey Kong 3 y se convirtió en uno de los personajes más reconocidos de Nintendo, al cual podemos ver hoy en día en multitud de juegos de la compañía.
El objetivo de Mario en Donkey Kong es salvar a Pauline de las garras del salvaje gorila llamado Donkey Kong. Para ello, debe superar 4 zonas diferentes esquivando los diferentes obstáculos y llegar hasta Pauline en cada zona. Cada vez que completamos esas 4 zonas, el juego empieza desde la zona 1 con un mayor nivel de dificultad. El nivel 22 es conocido como el "nivel de la muerte", ya que el tiempo disponible para completar el nivel es menor al necesario. La zona más famosa del juego es la primera, en la que Donkey Kong va tirando barriles que rebotan y descienden por el escenario y Mario debe saltarlos si no quiere acabar aplastado. Durante los niveles podemos recoger objetos que nos dan puntos y un martillo que permite a Mario destruir a los enemigos durante un breve periodo de tiempo.
Donkey Kong es por méritos propios uno de los juegos clave de la historia de Nintendo y de los videojuegos. Con 33 años a sus espaldas, aún es un gustazo poder enfrentarnos a Donkey Kong en este mítico arcade.