El poder en tus manos
A pesar de ser conocido popularmente, este periférico aparecido en 1989 para la Nintendo Entertainment System es, sin duda alguna, una rareza dentro del mundo de los periféricos. Fue el primer controlador en intentar captar y reproducir los movimientos de la mano de un ser humano, mostrando su resultado en tiempo real en la pantalla de televisión. Sin embargo, como todos sabemos, era altamente impreciso y difícil de utilizar correctamente.
Aunque fue licenciado por Nintendo, ningún grupo de investigación de la compañía nipona se involucró en su desarrollo, recayendo todo este trabajo en los ingenieros Grant Goddard y Samuel Cooper Davis de la compañía Abrams Gentile Entertainment (AGE) , y utilizando parte del trabajo de Thomas G. Zimmerman y Jaron Larnier. Ambos ya trataron de lanzar al mercado un periférico parecido llamado DataGlove. La manufacturación corrió a cargo de Mattel en Estados Unidos y de Pax en Japón.
Además de los botones que permitían almacenar distintos comandos, situados en el antebrazo, el funcionamiento del Power Glove para la detección del movimiento era bastante sencillo. El guante tenía unos transmisores que emitían sonidos (a una frecuencia no audible por el ser humano) que eran captados por unos sensores situados normalmente cerca del televisor. El periférico permitía jugar a juegos tradicionales como Mario o Castlevania, pero su manejo resultaba muy difícil.
Tan solo dos juegos aparecieron con características específicas para el Power Glove. El primero de ellos, Super Glove Ball, consistía en coger una pelota y lanzarla a través de un espacio tridimensional para destruir unos bloques, algo similar a lo que sería Arkanoid. El segundo de ellos fue Bad Street Brawler, un beat 'em up que resultó ser bastante torpe y que el uso del guante no mejoraba la experiencia.
Como podéis intuir, el invento fue un fracaso. A pesar de vender más de 100.000 unidades en Estados Unidos, el deficiente funcionamiento del periférico y el nulo software de calidad aparecido enterró pronto al Power Glove. Eso sin hablar de Japón, donde el fracaso fue tal que la manufacturadora, Pax, se declaró en bancarrota, siendo uno de los motivos principales la acumulación de stock no vendido del dispositivo.
Hoy en día es más recordado por su aparición en la película El pequeño mago (The wizard, 1989) que por el uso que se le hizo junto a la consola.
Uno de los fracasos más sonados de la historia de los periféricos.