Monkey Island es una aventura de LucasArts, que cómo la mayoría de aventuras gráficas de ésta compañía nos permite probar todo tipo de ideas sin temor a morir en el intento y perder el progreso que no hayamos guardado.
Pues bien, en la primera entrega de Monkey Island esto no es del todo cierto, ya que hay un punto del juego en el que Guybrush puede llegar a morir. Guybrush presume de que puede aguantar 10 minutos debajo de agua. Pues bien, si en la parte en la que nos echan al río con el Ídolo atado a los pies esperamos durante 10 minutos Guybrush irá cambiando su color de piel y finalmente morirá ahogado.
Una vez fiambre, no podemos continuar la partida, tenemos que cargar una partida guardada para poder seguir jugando. Un detalle muy gracioso es que el menú de acciones cambia sus habituales acciones (ver, abrir, cerrar)... por otras más adecuadas para el estado actual del aprendiz de pirata, como flotar o pudrirse.