Recordando
Retro Review Tetris

El puzzle que surgió del frío

Tetris. Una palabra que ha penetrado en cualquier lenguaje de forma popular y que incluso aquella gente más alejada del mundo de los videojuegos conoce. Un juego de ingenio del que se han hecho centenares de reediciones, juegos basados en mecánicas similares (como Columns), incluso tuvo connotaciones políticas, puesto que el juego fue diseñado durante los últimos años de la Unión Soviética y se utilizó como arma política, aunque esta situación no duró mucho y llegó hasta el último rincón del planeta.

Tetris fue completamente ideado por Alekséi Pázhitnov, alias Sokolov, mientras trabajaba en la Academia de las Ciencias de la URSS, un organismo de investigación y desarrollo. Alekséi se basó en el pentaminós (o pentominó), un juego compuesto de figuras geométricas basadas en la unión de cuadrados. Sin embargo, lo que hizo fue limitar el número de cuadrados a cuatro (de ahí que se utilice la palabra griega tetra, que significa cuatro) para formar Tetris.

Durante unos años, la propiedad intelectual no era de Alekséi sino que pertenecía al Gobierno Soviético, que era el empleador. En este periodo, el Soviet se dedicó a distribuirlo por la propia URSS y los países de Europa del Este, afines a la Unión Soviética. Con la caída del régimen comunista, Tetris se expandió internacionalmente, pero Alekséi no recibió derechos de propiedad intelectual hasta que en 1996 formó la compañía The Tetris Company.

En su historia, Tetris ha vendido millones de unidades, apareciendo desde las consolas y sistemas informáticos más retro hasta los actuales, incluso en máquinas que se venden en los bazares a precio de saldo, por lo que se puede considerar uno de los juegos más icónicos de la historia.

La mecánica del juego es sencilla. Como todos conoceréis, desde la parte superior de la pantalla empiezan a caer piezas, que deberemos encajar en la parte inferior para que los cuadrados que componen las fichas formen una linea completa, momento en el que esa línea desaparecerá y ganaremos puntos. Si no lo hacemos correctamente, poco a poco las piezas se irán amontonando hasta que lleguen al límite superior, perdiendo la partida.

Hay 7 tipos de fichas, que podremos rotar hasta 360º para irlas encajanado mejor. La variedad de piezas y sus giros hacen que antes de encajar una pieza tengamos que pensar bien donde nos conviene más colocarla, por lo que Tetris, como buen juego de ingenio que es, nos hará exprimirnos hasta la última neurona.

Modalidades de juego hay a raudales, comentaremos las más habituales: incremento de la velocidad de caída de las piezas a medida que avancemos la partida, por lo que deberemos ser más rápidos y ágiles de mente; partidas ya empezadas con fichas mal colocadas, lo que nos complicará la vida para ir encajando las otras piezas e ir completando lineas. En otra modalidad se nos mostrará de 1 a 3 piezas siguientes, por lo que deberemos pensar como colocar mejor esta secuencia para hacer el número máximo de lineas.

El objetivo final de Tetris es hacer el mayor número de líneas (y por lo tanto, de puntos), posible, por lo que puede considerarse un juego sin final, aunque normalmente se impone un límite para vencer y jugar así en otra pantalla con diferentes motivos, como en uno de los primeros Tetris, donde íbamos jugando en diferentes escenarios icónicos de la URSS.

Para aquellos detractores de los juegos, decirles que no son pocos los expertos que recomiendan jugar a juegos de este estilo, puesto que son capaces de aumentar nuestro razonamiento lógico y velocidad mental, puesto que no deja de ser un ejercicio para nuestro cerebro.

Sin duda alguna, un pedazo de historia que no podíamos obviar en nuestros recordandos.