Los inicios de la mascota de Sega
El primer recordando de NoSoloBits trató sobre el gran Mad TV, publicado el día 9 de Octubre de 2011. Desde entonces le han seguido muchos otros, y en ninguno de ellos hemos hablado de uno de los grandes juegos de los 16 bits. Ha llegado el momento de arreglar esta situación y hablar de Sonic the Hedgehog de Mega Drive.
Sonic The Hedgehog es un plataformas creado por Yuji Naka, responsable durante muchos años del Sonic Team, y publicado por Sega en 1991 en exclusiva para Mega Drive. Sonic fue creado con la intención de ser la mascota de Sega, y vaya si lo consiguió. El juego fue un auténtico éxito tanto en crítica como en ventas, y gracias él Mega Drive superó en consolas vendidas a Super Nintendo en Estados Unidos durante un tiempo. Este exitazo consolidó a Sonic como la mascota de Sega, e hizo que se hicieran versiones del juego para Master System y Game Gear y se crearan otros productos de Sonic, como series de animación, comics y juguetes. A lo largo de los años el juego ha seguido siendo publicado en diferentes compilaciones y versiones para plataformas de Sony, Microsoft, Nintendo, PC y dispositivos móviles.
Sonic es un erizo antropomórfico de color azul que puede correr a gran velocidad y enroscar su cuerpo mientras salta para convertirse en una bola de pinchos y atacar a sus enemigos. Su misión en este primer juego es impedir que el malvado Dr. Ivo Robotnik (también conocido como Dr. Eggman) robe las 6 Esmeraldas del Caos (Chaos Emeralds) y consiga su poder. Además, debe salvar a los animales de South Island, que han sido capturados por Robotnik y transformados en seres robóticos.
El sistema de juego de Sonic combina perfectamente velocidad con plataformas. Cuando empezamos a mover a Sonic, sus pasos son muy lentos, lo cual nos da precisión para poder realizar saltos en zonas peligrosas, pero si conocemos el terreno podemos hacer que Sonic corra, y mucho, y pasar los escenarios a toda velocidad. La zona por excelencia para probar la velocidad de Sonic es la primera de todas, Green Hill, en la que no hay muchas trampas ni precipicios. A medida que avanzamos vamos encontrando muchas más trampas y obstáculos con los que tendremos que tener mucho cuidado: enemigos, pinchos, precipicios, plataformas que caen, paredes que intentan aplastarnos....
Uno de los elementos principales del juego son los anillos que Sonic puede recoger por los escenarios. A simple vista parecen solo para conseguir puntos, pero tienen muchos más usos. El más importante es que sirven de escudo, mientras Sonic tenga un anillo en su poder, cuando sea golpeado no morirá, sino que perderá los anillos que tenga en ese momento. En cambio, si es golpeado sin anillos perderá una vida. Si conseguimos recoger 100 anillos durante una pantalla, conseguiremos una vida extra, y si conseguimos llegar al final de una zona (aunque no en todas) con más de 50 anillos, podremos acceder a las pantallas de bonus haciendo que Sonic entre en el gran anillo que aparece. En estas pantallas de bonus llevamos a Sonic convertido en bola por un laberinto que no deja de girar. El objetivo de esta pantalla es conseguir una Chaos Emerald. Si durante esta pantalla conseguimos 50 anillos obtenemos un Continue (para poder continuar si nos quedamos sin vidas), y si conseguimos 100 anillos una vida extra. Si conseguimos las 6 esmeraldas de estos niveles podremos ver el final bueno del juego.
Por los escenarios encontramos unos monitores que al romperlos nos dan diferentes ayudas, dependiendo del icono que muestren. Son cinco las ayudas que contienen: 10 anillos, un escudo que nos protege de un golpe, invencibilidad durante unos segundos, aumento de velocidad durante unos segundos y una vida extra. La música que suena al conseguir la invencibilidad es una versión de la música de la intro del juego, y es de esas melodías que cuestan de olvidar.
El juego está distribuido en 7 zonas bien diferenciadas. Las 5 primeras, se componen de 3 actos cada una, y en cada tercer acto de la zona debemos enfrentarnos al Dr. Robotnik, cada vez controlando una máquina diferente. La sexta zona tiene también 3 actos, pero no hay enemigo final. La séptima y última zona es un solo nivel, la batalla final. Una de las zonas más recordadas es la cuarta, Labyrinth Zone (con permiso de Green Hill Zone), más conocida como la pantalla del agua. En esta pantalla debemos controlar a un Sonic lento y torpe debajo del agua. Para acabar de rematar la situación, Sonic se puede quedar sin aire si no va cogiendo unas burbujas de oxigeno que salen en algunos puntos de la pantalla, y la melodía que suena cuando a Sonic le quedan pocos segundos para ahogarse es realmente agobiante.
Los niveles de Sonic The Hedgehog están muy bien diseñados y suponen un reto si queremos explorarlos completamente. Son escenarios muy grandes y laberínticos, y con multitud de zonas secretas en las que podemos conseguir diferentes bonus, como las preciadas vidas extras. En este juego no podemos fiarnos de ninguna pared, ya que cualquiera de ellas puede contener oculto un pasillo por el que podemos acceder a una zona secreta.
A día de hoy el juego todavía hace gala de unos grandes gráficos y sonido. Gráficamente es muy colorido, con unos personajes y escenarios muy bien definidos y con unos efectos que le dan una sensación de profundidad realmente conseguida. En cuanto a su banda sonora, contiene piezas realmente brillantes que se recuerdan muy bien una vez escuchadas.
Como curiosidad, voy a citaros la descripción del juego en español que se puede ver en la contraportada de la caja, la cual no tiene desperdicio alguno:
Rompa la barrera del sonido en juegos de video con Sónico, "el Puercoespín". Desplácese en una mancha usando el Super Ataque Circular de Sónico. Haga un bucle sobre bucle derrotando la gravedad. Usted incluso puede girar 360º en un laberinto circular. ¡Usted jamás ha visto nada igual!
Después de esta gran pieza literaria, poco más puedo decir de este clásico de los 16 bits. Un juego que no os podéis perder, al igual que sus versiones para Master System/Game Gear y sus secuelas. Es una verdadera lástima que este carismático personaje no brille hoy en día con tanta fuerza como lo hizo en la época dorada de Sega.