El héroe del comic
En la retro review de hoy vamos a tratar uno de los mejores juegos que aparecieron para Mega Drive, ya en el ocaso de su historia, allá por el año 1995. El juego fue desarrollado por Sega Technical Institute, un estudio ya desaparecido perteneciente a la propia Sega, con sede en Estados Unidos, al contrario que los AM que tenían la sede en el país nipón. Estamos hablando de Comix Zone. La crítica acompañó al juego, incluso algunos lo encumbraron tanto hasta afirmar que fue el mejor juego de Megadrive. Aunque esto es discutible, nos hace pensar hasta donde llegó su calidad técnica. Sin embargo, las ventas no acompañaron y el reconocimiento que fue recibiendo en los posteriores años no evitan que en su día fuese hasta cierto punto un fracaso comercial.
Nos ponemos en la piel de Sketch Turner, un surfero y rockero, pero sobretodo un dibujante de cómics con aspecto chulapón, con su rubia coleta y con sus músculos bien marcados, de caracter socarrón. Una noche de tormenta, mientras sigue trabajando en su obra titulada The Comix Zone, un rayo cae sobre su escritorio donde se encuentra dibujando y el super villano de la historia, Mortus, toma vida y escapa de la viñeta, mientras que Turner se ve metido en su propia historieta. Las tornas han cambiado, ahora es Mortus quien dibuja y Turner quien debe sobrevivir dentro del cómic. El objetivo final de Turner será escapar del cómic para ir al mundo real y vencer de una vez por todas al malvado Mortus.
El juego se nos presenta como un beat em up de scroll lateral, pero con muchas particularidades que lo hicieron único. El primer aspecto, y quizá el que más llame la atención, es su estética de cómic tan cuidada, con unos gráficos soberbios que demostraban que la 16-bits de Sega aún tenía mucho que dar. Por otra parte, en lugar de ser una pantalla continua, las fases están divididas en las clásicas viñetas de cómic, cuyos bordes son los límites, donde deberemos luchar contra los enemigos que Mortus va dibujando. Otros aspectos propios de los cómics van apareciendo como los bocadillos, que nos ilustran los diálogos que mantiene el dibujante con sus propias creaciones, ahora reveladas contra él por culpa de la mano de Mortus.
Una vez habíamos derrotado a los enemigos de la viñeta, debíamos saltar a la siguiente, dando un brinco por el borde hasta llegar a la otra, pero cuidado, en ocasiones se nos presentaban caminos alternativos, así que debíamos escoger aquél que creyéramos más conveniente. Además, podíamos ir recogiendo objetos muy útiles para avanzar más fácilmente como la dinamita, o nuestra querida rata llamada Roadkill, que soltada en los momentos oportunos podía proporcionarnos nuevos ítems, caminos secretos o accesos a mecanismos que con nuestro personaje no podíamos.
El juego tenía dos puntos realmente fuertes, por una parte sus increíbles gráficos que ya hemos comentado anteriomente, pero el otro gran elemento que lo hizo enorme fue su jugabilidad. Sketch puede realizar multitud de acciones elegantemente ejecutadas como trepar, dar volteretas, romper elementos del escenario como barriles, vigas, bordes de viñeta, agarrarnos a hierros salientes, y acciones de combate como saltar, dar puñetazos o patadas.
Además, el juego incluía tres finales, algo que en nuestros días puede parecer bastante habitual pero que en aquel entonces no lo era tanto. Dependiendo las decisiones que fuéramos tomando durante el transcurso del juego, la historia podía acabar mejor o peor para nuestro inefable personaje, así que andaos con ojo!
Sin duda alguna, Comix Zone fue uno de los grandes juegos de Megadrive, que a pesar de su bellísima factura técnica y su endiablada jugabilidad, no obtuvo el reconocimiento en las ventas, que al fin y al cabo son las que importan en una empresa, pero sí contó con el cariño de aquellos jugadores que se animaron a probarlo.