Recordando
Retro Review Carmageddon

Atropellen a ese peatón

En el recordando dominical de hoy vamos a tratar uno de los juegos que más polvareda ha levantado en la historia de los videojuegos. Se combinaron varios factores para que saltase a los medios de medio mundo: el juego vería la luz en 1997, una época donde los videojuegos copaban las primeras posiciones de recaudaciones en el sector del entretenimiento, desbancando paulatinamente al cine y a la música, por lo que el público al que iba dirigido no era una minoría; sus gráficos más o menos realistas (muy buenos para la época); y la agresiva campaña que llevó a cabo la desarrolladora para promocionarlo, aunque en algunos países la presión censora cortó de cuajo todo acto promocinal. Óbviamente, estamos hablando de Carmageddon.

La idea principal del juego, que después desarrollaremos, es la de participar en una carrera de la muerte, donde el objetivo no es solo llegar el primero a la meta, si no acumular puntos por atropellos de personas y por destruir los coches de tus contrincantes. Esta idea es la misma que se llevó al cine en 1975 por Paul Bartel, una película de serie B titulada La Carrera de la Muerte del Año 2000, protagonizada por nada más y nada menos que David Carradine y Sylvester Stallone. En el año 2008 se hizo un remake con Jason Statham como protagonista. Pero el juego no solo bebió de esa fuente, sino que los coches recuerdan mucho a los que se vieron en Mad Max, la postapocalíptica saga de películas australianas protagonizadas por Mel Gibson.

De hecho, el juego primero iba a utilizar una licencia de Mad Max, para que el juego fuese lanzado bajo ese nombre, pero las negociaciones fracasaron. Entonces se intentó con la de Death Race 2000 (titulo americano de la película citado anteriormente), pero por aquel entonces había un proyecto que pretendía hacer un remake de la película de los 70, que finalmente no llegó hasta 10 años después. Así que finalmente, SCI decidió desarrollar el juego bajo un nombre propio, desechando la idea de utilizar cualquier tipo de licencia.

Como se ha comentado anteriormente, una partida puede ganarse de tres formas distintas: acabando primero la carrera, destruyendo el resto de coches (chocándote contra ellos a gran velocidad, por ejemplo) o bien atropellando a todos los peatones de la pantalla; estas dos últimas acciones nos proporcionará tiempo adicional para seguir haciendo tropelías. Al inicio del juego, solo dispondremos de dos coches a elegir, aunque iremos desbloqueando más a medida que vayamos avanzando en el juego con el dinero que consigamos. Cada coche dispone de ciertas características que tendremos que valorar según el tipo de partida que queramos jugar. Por ejemplo, hay coches más rápidos pero con menos resistencia a golpes, o otros mucho más robustos pero más lentos.

Una vez escogido el coche, el infierno se desatará sobre el asfalto, apretaremos el acelerador a fondo y sembraremos el terror allá donde participemos. En la parte superior de la interfaz se puede ver el número de checkpoints superados en la actual vuelta y el número de vueltas que llevamos, el número de coches destruidos de nuestros contrincantes, el tiempo restante, el dinero que llevamos obtenido y el número de muertes / peatones restantes. En la parte inferior vemos la velocidad y el estado del coche, que se irá deteriorando a medida que recibamos golpes.

Uno de los puntos más importantes del juego es el de hacer caja para comprar otros coches o mejoras. Estos créditos pueden conseguirse de varias maneras: atropellando peatones, como no podía ser de otra manera, destruyendo coches rivales o haciendo piruetas con el coche.

El juego dispone de varios mapeados donde participaremos, como ciudades, minas o áreas industriales. Hay situaciones realmente locas, como cuando entramos con nuestro coche justo al inicio de un partido de fútbol americano, pudiendo atropellar a todos los jugadores mientras corren despavoridos, o perseguir a domingueros por la arena de la playa. Comentar que cada mapa tiene bastantes bonus o secretos ocultos si nos alejamos de la carretera principal, por lo que es divertido buscar nuevas víctimas en lo más recóndito del escenario.

A pesar de que hoy se puede ver algo desfasado en cuanto a gráficos (estamos hablando de la versión original), en su día fue bastante alabado por su notable 3D pero sobretodo por su física, bastante presente en la destrucción del coche y al impactar contra elementos del escenario, como los sufridos peatones. Sin embargo, lo que más llamó la atención fue la imagen del conductor como si se estuviera grabando la reacción del mismo dentro de la cabina. Decía multitud de tacos mientras hablaba y podíamos ver como reaccionaba ante los frenazos, los choques o al atropellar a alguien.

Por otra parte, se podría considerar que Carmageddon fue un precursor de los sandbox de conducción, como la saga GTA, ya que el juego no se limitaba solo a la carrera, sino que podias explorar el escenario en busca de más diversión.

Sin embargo, la censura no tardó en llegar. En paises como Alemania o Reino Unido, los peatones humanos fueron sustituidos por zombies de sangre verde, ya que atropellar a estos engendros se consideraba mucho más aceptable que a seres humanos. Esta guerra censora se libró en muchos países, mientras que en algunos como Portugal, Australia o España pasaron completamente sin censurar (aunque con polémica en los medios), en otros el juego fue completamente prohibido, como en Brasil.

Como siempre, nos gusta acabar con un dato curioso. Cada pantalla tiene un juego de palabras en inglés en su título, como "I Scream in the Sun", que vemos que suena muy parecido a "Ice cream in the Sun".

El juego resultaba tremendamente divertido, a pesar de las feroces críticas por su extrema violencia, pero ya se sabe que es el pan de cada día de los medios de comunicación respecto a los videojuegos y algunas películas, aunque luego muestren imagenes peores reales en sus respectivos telediarios o editoriales. Tanto éxito tuvo el juego a pesar de todo, que dió lugar a una extensa saga de secuelas.