Guía completa de Hell: A Cyberpunk Thriller
Solución
Paso a paso
La única persona en la que podíamos confiar era nuestro amigo Dante y nos dirigimos a su apartamento para intentar poner en orden nuestras ideas. Despues de decidir que podíamos recurrir al capitán de los ARC Frank Jersey y al director de la agencia de noticias "Voz de Dios". Nick Cannon Dante nos recomendó que habláramos con un conocido suyo llamado Aldous Xenon que tenía contactos con la resistencia.
Después de recoger una llave del apartamento de Dante nos dirigimos a casa de Frank Jersey y examinamos una lista con los nombres de las personas que habían sido asaltadas durante la noche por comandos ARC. Allí estaban nuestros nombres junto con los de otras cinco personas que no conocíamos, así que tomamos nota de sus nombres y Jersey nos explicó que alguien nos había acusado de actividades pornográficas relacionándonos con un demonio llamado Mr. Beautiful que tenía su despacho en una taberna clandestina llamada "The Interface". Precisamente el dueño de dicha taberna, Swivel O’Leary, era una de las personas asesinadas durante la redada. Antes de marchar Jersey nos recomendó que habláramos con Jean Saint Muchoir, una persona de confianza que trabajaba en Transgressions, el departamento del gobierno que perseguía actividades ilegales.
Nos dirigimos a "The Interface", dimos la clave SESAME (Sesamo en la versión española) al portero y entramos a la taberna a través de una tapa de alcantarilla. Allí encontramos a una antigua novia de Gideon llamada Cynna Stone, una especialista en explosivos que había muerto en un accidente y de alguna manera seguía aún viva convertida en una imagen holográfica. También conocimos a Scub Stevens y a Sophia Bene, una falsificadora que necesitaba dinero para sacar a su hija Chastity de la ciudad y convencerla para que abandonara la banda callejera con la que vivía.
Cynna, Scub y Sophia se ofrecieron a unirse a nuestro grupo, recogimos dos botellas de cerveza, hablamos con el resto de los personajes que había en el bar buscando información sobre la muerte de Swivel O’Leary y lo único que averiguamos fue una extraña frase en latín que Swivel repetía a menudo.
Introducimos los polvos para dormir que tenía Scub en la botella de Ausgezeichnet y Sophia utilizó sus habilidades de falsificadora y su impreso para elaborar un pase.
En el despacho de Mr. Beautiful conocimos a un pequeño demonio llamado Abonides que solamente accedió a invocar a su jefe cuando pronunciamos la palabra CONDEMN. Mr. Beautiful nos pidió que fu‚ramos al infierno para descubrir las actividades de un demonio enemigo suyo llamado Sanguinarius.
El infierno era tan tétrico y siniestro como siempre lo habíamos imaginado. Recogimos todas las armas del arsenal de Sanguinarius, conversamos con las personas que estaban prisioneras, entre ellas un militar llamado general Mangini, y atacamos a Sanguinarius consiguiendo hacerle caer al abismo. De regreso al mundo real nos dirigimos al piso de Aldous Xenon, el cual dijo que solamente nos pondría en contacto con la senadora Burr si antes demostrábamos nuestra lealtad realizando una misión para la resistencia consistente en colocar una bomba en el coche del emperador Solux.
Recogimos la bomba, nos dirigimos al garage del Pentágono y el guardia de la puerta nos dejó el camino libre al entregarle el pase. Una joven mecánico estaba trabajando en el coche del emperador, así que examinamos su caja de comida, descubrimos en ella una etiqueta que ponía que su nombre era Jo Boyle y regresamos a la recepción donde hablamos con el otro funcionario pidiéndole que llamara por megafonía a la joven. Así lo hizo, de manera que volvimos al garage, cogimos una plataforma utilizada por los mecánicos para trabajar debajo de los coches y nada nos impidió colocar la bomba en el coche del emperador.
Regresamos a casa de Xenon, le informamos del éxito de la misión y a cambio nos reveló que la senadora Burr se encontraba en la embajada británica. Nos dirigimos a la embajada, conseguimos el permiso de Derek y encontramos a la senadora en su despacho, la cual nos encomendó una misión de gran importancia para la resistencia, descubrir si seguían aún con vida los miembros del grupo que años atrás habían sido capturados por el gobierno durante un fallido asalto al Pentágono.
Nos dirigimos a la recepción del Pentágono, explicamos a la recepcionista que queríamos ir al despacho del general Mangini y utilizamos la cinta transportadora. Pero dentro la sorpresa fue mayúscula al encontrarnos con el demonio Sanguinarius, al que creíamos haber derrotado en nuestra primera visita al infierno. Sanguinarius nos explicó que el verdadero nombre de Mr. Beautiful era Pazuzu y que su mortal enemigo poseía una guarida en el infierno donde mantenía secuestrada a una niña llamada Krystal Getty. Viajamos de nuevo al infierno hasta el lugar donde la desdichada niña se encontraba atada auna máquina de tortura vigilada por dos hombres y un demonio que jugaban a las cartas.
Cogimos una tapa de acero y una jarra de cerveza, la llenamos de ácido y conseguimos liberar a Krystal de sus ataduras con ayuda de la espada. Antes de continuar introdujimos la espada en la jarra de ácido para aumentar su poder de destrucción.
De regreso a la embajada Katerina había averiguado la situación de dos miembros m s de la resistencia. Jeremy Verdi estaba en manos de un grueso demonio llamado Gack que se disolvió al intentar beber la jarra de ácido. Después de recoger un cubo de alquitrán nos dirigimos a la mazmorra llamada "el vientre de la bestia" y rescatamos a la cautiva afilando un hueso con una piedra y clavándolo en una de las paredes.
Regresamos al ordenador de Saint Muchoir y las claves JEREMY VERDI y GESTICULATE nos permitieron acceder al único apartado hasta entonces inaccesible. Ante nuestra sorpresa descubrimos que el gobierno había alterado el cuerpo y la mente de los miembros de la resistencia que habían sido capturados en el fallido asalto al Pentágono implantando en ellos directivas para eliminar a sus antiguos compañeros. Nosotros habíamos sido dos de esos comandos capturados pero el gobierno había comprobado que algunas directivas no habían funcionado y había decidido eliminar a todos en una misión que había recibido el adecuado nombre de "noche del reentierro".
Deepthroat volvió a ponerse en contacto con nosotros a través de Dante y después de revelar que temía por su vida nos dio por fin su verdadero nombre, Thomas Meaculp. Así que nos dirigimos al Pentágono, pedimos a la recepcionista que nos condujera a la oficina de Meaculp y dentro encontramos un ordenador que después de darle las claves SORROW, DECKING UNIT, WEALTH y LOS ANGELES nos reveló que Meaculp había sido descubierto y encerrado en la cárcel en espera de ser ejecutado.
Llegamos a la cárcel a través de la recepción, destruimos al guardián con ayuda de la granada de Cynna y finalmente conseguimos destruir las puertas de la celda con las minibombas.
Conducimos a Meaculp a la sala de ordenadores de la embajada, explicamos a Burr lo que había ocurrido con los miembros de la resistencia perdidos en el asalto y nuestro aliado reveló entre otras cosas que en el infierno virtual todos los demonios eran androides excepto los tres grandes demonios (Belial, Mephisto y Beelzebub) y el propio Satán que eran proyecciones en el ciberespacio de personas reales.
Entregamos la nota de Massimo a Jeremy y el joven nos explicó que se trataba de una sección de código que introducida en el programa virtual hacía que Satán fuera vulnerable.
Regresamos al infierno dispuestos a rescatar al resto de los miembros de la resistencia. Introducimos el bastón entre las ruedas del molino, rescatamos al hombre prisionero en el desierto rompiendo el bidón de agua con el taladro del dentista y resolvimos los complicados acertijos del maestro de la escuela dando las respuestas "Des Moines, Iowa", "Little Rock, Arkansas" y "Helena, Montana".
Los tres grandes demonios estaban ya a nuestro alcance. Nos apoderamos de la medalla de Belial destruyéndole con la carga explosiva colocada sobre el punto parpadeante marcado por Jeremy, conseguimos un ala de Beelzebub atrapándole al volcar el cubo de alquitrán en el suelo y nos hicimos con una de las manos de Mephistopheles después de atacarle con la espada mojada en ácido.
Cerberus reconoció el olor de los tres demonios y nos dejó pasar a la próxima sala, donde conseguimos abrir las puertas que conducían a la guarida de Satán usando la brocha para pintar las palabras GOD IS DEAD.
Satán, que no era sino una proyección del propio Solux, fue derrotado gracias al trozo de código facilitado por Massimo Eddy y el líder del comando rebelde quedó también en libertad.
De vuelta a la embajada la senadora explicó que, ahora que todos los miembros del comando habían sido liberados, era preciso que Rachel se introdujera en el código fuente del infierno virtual para elaborar un mapa lo m s fiel posible.
Rachel utilizó el psychopomp con la dirección SPAWNER y se mantuvo en contacto con el resto del grupo describiendo los lugares que recorría, pero desgraciadamente el malvado emperador Solux, que en el ciberespacio disponía de un poder casi ilimitado, atacó a la desdichada joven y acabó con su vida.
La pérdida de Rachel supuso un duro golpe para Gideon, que tardó varios días en reponerse de la desaparición de la que fuera su amiga y su amante, pero cuando tuvo el suficiente valor para regresar a la realidad lo hizo con las fuerzas multiplicadas pues deseaba ante todo acabar con el causante de su desdicha. La senadora explicó que la muerte de Rachel no había sido en vano ya que gracias a su testimonio disponían de un mapa del programa virtual y habían podido crear un error utilizando las capacidades psiónicas de Splits. El pequeño CD que contenía el error debía ser introducido en el ordenador central, que según Meaculp estaba conectado con la capilla del Pentágono.
En la sala de envíos del Pentágono Gideon recogió uno de los tubos neumáticos, introdujo en la bomba de gas nervioso de Cynna y se lo entregó a la encargada anotando como dirección "miraculum sepulcrum".
Una vez en la capilla Gideon recogió una vara de las utilizadas para encender velas a distancia y, anotando la secuencia que venía en la lista de capítulos de Deirdre O’Connor, encendió las velas en el orden 6-3-1-4-7-2-5-10-8-9. El altar se movió revelando la existencia de una trampilla y repentinamente el propio Solene Solux entró en la capilla dispuesto a impedir que Gideon alcanzara la sala del ordenador. Pero Gideon tenía demasiado odio en su corazón como para permitir que tan repulsivo personaje se saliera con la suya y reuniendo todas sus fuerzas acabó con el malvado emperador.
Gideon llegó a la sala del ordenador y comprobó que todo el personal se encontraba inconsciente víctima del gas nervioso de Cynna y nadie le impedía introducir el disco con el error en el ordenador central.
Destruido el programa de realidad virtual que simulaba la existencia del infierno todos los torturados recuperaron la libertad, momento en el que las fuerzas de la resistencia irrumpieron en la emisora de radio y la senadora envió un mensaje a toda la nación revelando que el infierno había sido un engaño de Solux para mantener a la población bajo el dominio del terror. Sin la tiranía del partido y libres de la angustia producida por el miedo al infierno los Estados Unidos iban a conocer una nueva era de paz y libertad.
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