Recordando
Retro Review de Lunar Pool

Billar en baja gravedad

La memoria funciona de forma muy curiosa. En este artículo voy a hablar de Lunar Pool, un juego de billar al que jugué muchísimas partidas de niño ya que me resultaba muy entretenido pese a no ser demasiado hábil con dicho juego. El caso es con los años acabó enterrado en mi memoria y el otro día pensando en que juego podría reseñar me vino a la mente sin explicación alguna. Este juego me trae buenos recuerdos de mi infancia, y quizás a algunos de vosotros también.

Lunar Pool fue desarrollado por Compile, famosos principalmente por la franquicia Puyo Puyo. Este juego se publicó para NES, NEC PC-8800 y MSX en 1985 en Japón con el nombre de Lunar Ball. Las versiones de MSX y PC-8800 no salieron del país del sol naciente, pero la versión de NES sí que llegó a occidente. A Norte América llegó en 1987 y a Europa en 1991 (¡6 años después de su lanzamiento en Japón!). El juego se publicó en la Consola Virtual de Wii en 2007. Para esta reseña he tomado como referencia la versión de NES, que es a la que jugué de pequeño.

Variedad de modos y mesas

Como podéis imaginar, este título no tiene una gran historia que contar, ya que es un juego de billar, así que vamos directamente a sus modos de juego. Permite juego para un jugador y para dos jugadores en competitivo. En el modo de un jugador se puede jugar solo o contra la CPU. Hay 60 niveles disponibles y podemos seleccionar desde cual queremos empezar. Los niveles son muy variopintos, con diferentes formas y obstáculos. Una cosa muy curiosa es que también podemos elegir la fricción de la mesa contra de las bolas de billar, que hará que frenen antes o después. Por ejemplo, podemos poner la fricción a 0 y las bolas vagarán eternamente por la mesa hasta encontrar un agujero en el que colarse (así es completamente injugable pero curioso de ver).

Lunar Pool se controla desde una vista aérea y podemos ver la mesa completa sin necesidad de hacer scroll. El objetivo de cada nivel es golpear la bola blanca para colar el resto de bolas en los agujeros. ¡Pero cuidado! Si colamos la bola blanca perderemos una vida y tendremos que repetir ese turno. También perderemos una vida si tras golpear tres veces no hemos conseguido colar ninguna bola. En el modo de dos jugadores (o jugador vs cpu) el turno cambia de jugador cuando este falla. Si nos quedamos sin vidas, será el fin de la partida. Para golpear la bola usa un sistema bastante intuitivo. Tenemos una cruceta que podemos mover para seleccionar donde queremos llevar la bola y una barra de potencia que va fluctuando y tenemos que agudizar nuestros reflejos para ajustar a la potencia que queramos golpear. Cuando completamos un nivel nos otorgan una vida, y si lo hacemos sin fallar nos otorgarán dos vidas.

No es tan simple como parece

El objetivo de la partida es llegar a la máxima puntuación posible, y para conseguirlo hay que fallar lo menos posible (lógico, ¿no?). Esto es así porque cada vez que colemos una bola, se incrementará en 1 el marcador llamado rate, pero si fallamos volverá al valor 1. Este marcador es un multiplicador del valor de la bola que hayamos colado, cuyo valor es el número que tienen multiplicado por 10. Por ejemplo, si colamos la bola número 6 y tenemos un rate de 2, obtendremos 6*10*2 = 120 puntos. Así que si conseguimos mantener nuestra racha, el contador de puntos subirá como la espuma.

A nivel visual no es que sea una pasada, pero todo se distingue perfectamente y además tiene un fondo lunar muy característico. Lo que sí que hay que destacar el sistema de físicas y colisiones del juego. Depende por donde golpeemos las bolas cogerán una dirección u otra, y si llegamos a coger el truco se pueden hacer carambolas increíbles. Además, que la fricción sea ajustable permite adaptarla a nuestro gusto y es un detalle muy interesante. La música y efectos de sonido no destacan demasiado, de hecho la música se puede llegar a hacer algo repetitiva cuando llevamos un rato jugando.

Directo y divertido

Lunar Pool es un título sencillo que quizás a día de hoy no tiene nada que hacer con versiones más actuales de billar virtual, pero sí que tiene bastante encanto y demuestra el buen hacer de Compile creando videojuegos. Una buena elección para pasar un buen rato ya sea jugando solo o junto a un amigo.