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Review de Genopanic

Una pequeña y divertida aventura espacial

El juego del que os voy a hablar hoy lo conocí el año pasado, el cual me cautivó a primera vista por su ambientación espacial y su bonito pixelart. Probé la demo disponible en Steam y poco después una beta cerrada y me gustó mucho su planteamiento. Ahora he jugado a su versión final y me he encontrado con un juego que me ha divertido y fascinado con su peculiar mundo.

Genopanic ha sido creado por Mobirate, un equipo especializado en el desarrollo de juegos para móviles, pero que también se atreve en otras plataformas. Este es caso de Genopanic, el cual ha llegado a Steam el día 17 de Mayo. Este juego sigue la línea de Space Expedition, un título también creado por Mobirate que se puede encontrar gratis tanto en Steam como en móviles.

Misión en una estación espacial que no pasa por su mejor momento

El protagonista del juego es un androide que llega a la estación espacial Simbirsk con la misión de recoger seis OMG (Organismos Modificados Genéticamente), los cuales han sido desarrollados de forma ilegal en esa estación. En nuestra misión nos acompaña LAIK, un asistente virtual con forma de simpático perrete que nos irá dando algunas indicaciones de la misión. Cuando llegamos a la estación todo parece ir bien, pero las cosas se tuercen rápidamente y empieza una catástrofe que se extiende por toda la estación, así que además de capturar a los OMG también tenemos que descubrir que demonios ha pasado. Durante la partida también conocemos a VOLGA, la inteligencia artificial de la estación, la cual no sabemos bien que intenciones tiene.

Durante la partida no vemos ninguna cinemática, vamos descubriendo lo acontecido en la estación leyendo notas en algunos terminales o de trabajadores que ya han pasado a mejor vida. Aunque la atmósfera es bastante oscura, solitaria y deprimente, el juego desprende mucho humor en todo momento y nos saca más de una sonrisa.

Una aventura (NO) metroidvania

Este concepto de (NO) metroidvania me llamó la atención cuando conocí el juego y leí su descripción, ya que no sabía exactamente a que se refería Mobirate con esta descripción. El caso es que el juego recuerda mucho a un metroidvania en aspectos como tener un mapa a explorar y en ir consiguiendo nuevas armas y mejoras de movimiento a medida que avanzas en la aventura, además de tener algunos objetivos opcionales que podemos cumplir o no. Pero por contra nos encontramos ante un título bastante lineal y sin apenas backtracking, es decir, no tenemos que volver a mapas anteriores para acceder a nuevas zonas gracias a las nuevas habilidades. Tampoco tiene zonas secretas en las que podemos conseguir las típicas mejoras de vida o ataque que encontramos en la mayoría de metroidvanias.

La estación está dividida por zonas y son bastante diferentes entre sí, cada una con sus peligros y sus enemigos característicos. Aunque sea una estación espacial encontramos por ejemplo vegetación, piscinas de ácido, áreas congeladas o en llamas. Se van introduciendo mecánicas a lo largo de la partida, y vamos encontrando las anteriormente mencionadas armas y mejoras de forma progresiva para poder superarlas. Encontramos nueve objetos de equipo entre los que se encuentran un sable de plasma, un arma gravitacional (a lo Half-Life 2, ¡me encanta!), un Jetpack para planear o botas que nos otorgan doble salto. Además, nuestro personaje tiene algunas habilidades situacionales, como usar escaleras, nadar, agarrar objetos o hackear terminales.

En la mayoría de estas zonas se encuentra uno de los OMG, las simpáticas criaturillas que tenemos que capturar. Aquí es donde podemos elegir si nos molestamos en capturarlas o pasamos de ellas. Salvarlas todas o no influirá en el final del juego.

La dificultad del juego no es demasiado elevada. Hay algún momento peliagudo que nos hará repetir algunas veces, pero con un poco de práctica se superan sin problemas. Además, hay muchos puntos de guardado para evitar tener que repetir mucho tramo. Tampoco es elevada la duración del juego, pudiéndose completar en unas 3-4 horas. Yo lo he disfrutado mucho durante toda la partida y me hubiera gustado que fuese un poquito más largo, con más zonas y más enfrentamientos contra jefes. Su dificultad asequible y su duración hacen de Genopanic un juego muy adecuado para quien busque una aventura que no requiera mucho tiempo para terminarla, pero puede decepcionar a quien le gusten los juegos retadores.

Un apartado audiovisual muy llamativo

Como he comentado al principio, este juego me llamó la atención por su bonito pixelart. Aunque a simple vista no lo parezca porque hay escenarios bastante oscuros y metálicos, todo el juego está lleno de detalles de una gran calidad. Además, todo se mueve de maravilla con unas animaciones muy elaboradas (me encanta como corre el protagonista) y unas físicas muy conseguidas. A esto se le suman los estupendos diseños de los personajes, especialmente los de las inteligencias artificiales LAIK y VOLGA. LAIK es un simpático perrito vestido de astronauta y VOLGA es una provocativa y astuta gata antropomórfica.

La banda sonora del juego también está muy bien y es muy acorde a la ambientación que ofrece el juego. Sin llegar a destacar, son temas musicales suaves y tranquilos que acompañan muy bien a la exploración de la estación. El ritmo de la música cambia en partes de acción como los enfrentamientos contra los jefes, con melodías más frenéticas.

Ligero y divertido

Genopanic entra muy bien por los ojos con sus bonitos gráficos pixelados y cuando lo pruebas deja un buen sabor de boca con una jugabilidad directa y divertida. Si bien no ofrece un gran reto, se disfruta por su excelente ambientación, su buen sentido del humor y por su variedad de zonas y mecánicas.

Review key proporcionada por Mobirate

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